LAS CERRADURAS EN CHILE.

La colonización de nuestro país trajo los primeros candados y cerraduras, obviamente españoles. Luego llegarían los franceses, italianos, alemanes y en el siglo XIX todo lo americano.

Los primeros y mas populares candados, adosados siempre a una cadena o porta candado. Las cerraduras eran mas escasas, dedicadas como es de suponer a los grandes palacios y casonas de los fundos.

Algunos herreros y maestros de la forja, se atrevieron a diseñar rústicos modelos de cerraduras, pero en mínima cantidad. Casi a pedido, y de muy baja inviolabilidad.

"Odis" es la mas antigua industria de candados y cerraduras de Chile. La fundó el ingeniero italiano, Valerio Poli en el año 1930, quien había llegado a nuestro país para instalar el funicular del cerro san Cristóbal.
Acercándonos al año1950, comienzan a florecer, diversas fabricas, de candados, cerraduras, aldabas, bisagras y todos los demás componentes relacionados a la cerrajería y la quincallería.

Comienzan entonces a surgir grandes marcas de cerraduras como lo son Poli, Scanavini, Factomet, Deva, Anver, Flood, etc.

Hasta aquí no hay nada nuevo; estas empresas, al igual que en casi todo el mundo, se dedicaron a copiar los modelos de cerraduras y cilindros hechas por los americanos y europeos. Cada cual ajustándose a patrones de economía y conveniencia propios, según el nivel del mercado al cual querían o podrían llegar. Así algunas de ellas tuvieron mas éxito que las otras en cuanto a calidad, desarrollando e incorporando tecnología de punta.

Algunas industrias tuvieron que asociarse con capitales extranjeros para no morir. Otras en los años 90, enviarían a fabricar sus productos o parte de ellos a China; solicitando incorporar su propia marca en ellos y así competir "codo a codo" con el producto Chino, ya inserto en el mercado chileno.

Llegado el nuevo siglo, Scanavini, se posesionan como los mejores y mas grandes en la industria cerrajera nacional, fabricando sus productos bajo las estrictas normas internacionales de calidad; ISO casco –5, reconocido por el INN. Lo que les abrió los mercados de diversos países del mundo. Llegando a garantizar sus productos de por vida.

Otras marcas nacionales apostaron a asociarse con transnacionales y algunas simplemente desaparecieron.